LOS 145 ANIVERSARIO DEL HEROICO COMBATE DE 2 DE MAYO
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Por:
Ø Isaac, Espinoza Padilla.
Por eso, después de Ayacucho,
el 02 de mayo de 1866 es el día cumbre
de la historia republicana del Perú y
más que una jornada
militar es una jornada cívica.
Dr. Jorge Basadre.
El 02 de mayo es una fecha muy importante para la historia republicana de nuestra amada patria. Es un día dedicado a recordar el singular sacrificio del coronel José Gálvez Egúsquiza, quién junto a numerosos patriotas se inmoló en la heroica gesta del Combate de 02 de Mayo de 1866. Celebramos, pues, el aniversario 145 de aquella acción naval-militar donde reafirmamos y consolidamos nuestra independencia ante la obstinada escuadra española que, intentaba reconquistar sus antiguas colonias americanas. En ese sentido es justo rendir un merecido homenaje a los defensores del puerto del Callao y a la población peruana de aquel entonces, que supo luchar contra el invasor que atentaba a nuestra sagrada soberanía nacional.
Pero ¿Cuáles fueron las causas de la guerra con España? ¿Qué motivó a los españoles a tomar intempestivamente las islas de Chincha? ¿Cuál fue el desarrollo del Combate de 02 de Mayo? ¿Cuál fue el protagonismo del ministro de guerra José Gálvez? En fin ¿Cuál fue el significado de la victoria del 02 de mayo de 1866 para la historia nacional? Es necesario, entonces, hacer un poco de reminiscencia.
Después de la batalla de Ayacucho realizado el 9 de diciembre de 1824, se selló la independencia del Perú con la Capitulación de Ayacucho. Desde entonces volvimos a ser libres luego de casi tres siglos de dominio hispano. Sin embargo la Madre Patria nunca reconoció como tal a la República Peruana, razón por la cual no tuvo, ni tenía intenciones de entablar relaciones diplomáticas con nuestra patria. Luego de casi cuatro décadas la nación de la península ibérica ve la necesidad y la oportunidad de saldar, por decirlo así, asuntos pendientes con su ex principal colonia de América del sur.
En 1862 España era gobernada por la Reina Isabel II de Borbón, cuando el 10 de agosto de 1862 se supo en Lima que, una escuadra zarpó de Cádiz con rumbo a América del Sur. Era la cuestionada “Expedición Científica Española” que venía, supuestamente, a realizar estudios de biología y geografía. La conformaban las fragatas Resolución, Triunfo y las goletas Vencedora y Covadonga, bajo el mando del almirante hispano Luis Hernández de Pinzón. En la segunda nave viajaba la pléyade de geógrafos etnólogos, zoólogos, botánicos, antropólogos e historiadores; entre ellos Marcos, Jiménez de la Espada, quién sería un americanista célebre.
Por aquellos tiempos el Mariscal Ramón Castilla culminaba su segundo mandato presidencial. La noticia de la futura presencia de naves Isabelinas en nuestro mar ocasionó una cierta suspicacia y alarma al pueblo peruano y, no era para menos, pues un año antes (1861) se produjo el sometimiento de Santo Domingo a España, además la participación de éste para colocar a Maximiliano de Austria como emperador de México y, las férreas pretensiones de convertir en un protectorado a la vecina República de Ecuador. El 24 de octubre de 1862 asume la presidencia de la República peruana el General Miguel de San Román (ex – ministro de Guerra de Castilla) quién tendría un gobierno efímero de 5 meses y 10 días, falleciendo de muerte natural el 04 de abril de 1863. Sin embargo logró solicitar al congreso facultades extraordinarias para incrementar la marina de guerra, empero fue denegado. El segundo vicepresidente, General Pedro Diez Canseco asume el cargo del ejecutivo, por encontrarse el primero en Europa.
El 10 de julio de 1863 arribó al puerto del Callao las embarcaciones de la Expedición Científica Española, luego de tocar los puertos de Río de Janeiro, Buenos Aires y Valparaíso. Venía a bordo el cuestionado político Eusebio Salazar y Mazarredo. El almirante de la flota tenía instrucciones oficiales, entre ellas que, España ratificaba el respeto al hecho consumado de la emancipación; asimismo, aunque no estaba explícitamente, el de aprovechar cualquier incidente para entablar, de inmediato la reclamación más enérgica, en otras palabras buscar la mínima excusa para poner sobre la mesa sus verdaderas intenciones. El 27 de julio Hernández Pinzón deja el Callao con rumbo a México. En todo el Perú se vivía la fiestas patrias y la presencia extranjera exacerbaba los ánimos de los ciudadanos de nuestra, entonces, joven república.
El 04 de agosto de 1863 acontece el incidente de Talambo. Para entender dicho suceso tenemos que señalar que en 1959 llegaron a nuestro país 150 colonos españoles contratados para trabajar en la hacienda chiclayana de Talambo de propiedad de don Manuel Salcedo. En dicha ocasión se produjo un enfrentamiento entre los mencionados y sus homónimos peruanos, resultando de la insólita gresca un español muerto y varios heridos de ambos bandos. El caso se iba ventilando en los tribunales de Chiclayo y Lima. No obstante la flota de la expedición Científica, se entera del hecho cuando se enrumbaba a Panamá ¿Acaso sería al pretexto perfecto para des mascarar sus codiciosos propósitos?
El 05 de agosto de 1863 el primer vicepresidente general Juan Antonio Pezet asume, por derecho, la presidencia del país, relevando así a Diez Canseco. Precisamente a él le toca afrontar, en primera instancia, el delicado problema de la guerra con España. El 18 de marzo de 1864 llega al Callao el diplomático hispano Eusebio Salazar Mazarredo con el nocivo título de “Comisario Especial Extraordinario de España en el Perú” Por su parte el ministro nacional de Relaciones Exteriores, Juan Antonio de Ribeyro recibe el delegado peninsular, pero con una severa observación a su título, prefiere ,más bien, llamarlo Agente del Gobierno Español, por la sencilla razón de que su pomposo cargo evocaba a los Comisarios Regios que el Monarca enviaba a sus colonias y nuestra patria hacía tiempo que era libre, independiente y soberano. Entonces el enviado de Isabel II se vio, insólitamente, ofendido y zarpó del Callao el 12 de abril de 1864 en la goleta Covadonga, no sin antes amenazar al gobierno con “represalias prontas, enérgicas y decisivas”.
El 14 de abril de 1864 la escuadra española ocupo las islas guaneras de Chincha y arriaron el pabellón nacional e izaron el suyo, reivindicándolo, automáticamente, a la corona isabelina. Y el Perú ¿qué dice? La nefasta noticia se difundió por todo el territorio en un santiamén ocasionando indignación y rechazo general a la traicionera actitud de la, paradójicamente, llamada la Madre Patria, obligando al escritor Ricardo Palma a denominarlo, jocosamente la Madrasta. La opinión pública exigía una respuesta inmediata y severa. En otras palabras la población peruana se inclinaba al último recurso que es la guerra o que la escuadra invasora honre a nuestra bandera y desocupe lo más pronto posible las islas Chincha. Pero el presidente Juan Antonio Pezet evaluaba que el Perú no estaba en condiciones de sostener una guerra y , mucho menos contra un país europeo como España. Empero envió múltiples comisiones al viejo continente a comprar barcos, cañones, fusiles, municiones y demás material bélico ante un inminente enfrentamiento con el invasor.
Fue un golpe muy duro a la patria, nos habían herido donde más nos dolía, pues la exportación del guano de islas generaban grandes ingresos al erario nacional. Por lo pronto los españoles asumieron la comercialización de dicho recurso. Salazar y Mazarredo informó al Perú que su país no tenía intenciones de recuperar ninguna ex colonia, simplemente buscaba amplia satisfacción del Perú. La razón radicaba en que el gobierno de La península ibérica necesitaba dinero para recuperar Gibraltar, la misma que estaba bajo el poder de gran Bretaña; además exigía la cancelación de la supuesta deuda de la independencia, según uno de los puntos de la Capitulación de Ayacucho. Se entiende, entonces, que el incidente de Talambo significó la excusa para mostrar sus pérfidas intenciones y que la expedición científica española, fue simplemente una careta para llegar al Pacifico y ser bien recibidos en el Perú y demás repúblicas vecinas. ¿Qué pasó con los hombres de ciencia que llegaron en una de las embarcaciones? Fueron brusca y oportunamente desembarcados ¿Acaso ellos desconocían el verdadero plan del viaje? Y el Perú ¿qué dice?
El 15 de octubre de 1864 el gobierno nacional convocó a una reunión de plenipotenciarios en el denominado “Congreso Americano” integrado por los delegados de Chile, Bolivia, Ecuador, Colombia, Venezuela, Argentina y el Perú, con el fin de considerar medidas mutuas de defensa. Dicho evento fortaleció el espíritu de resistencia contra la agresión extranjera. Mientras tanto, en diciembre de dicho año el almirante Hernández Pinzón es reemplazado por el general José Manuel Pareja. Por aquellos días llegaron a reforzar la escuadra enemiga las naves Villa de Madrid, Blanca, Berenguela y la poderosa Numancia. Pezet decide resolver el conflicto por la vía diplomática, quizá como estrategia para ganar tiempo hasta que vuelvan los comisionados, entre ellos, el coronel Francisco Bolognesi. Sin embargo el pueblo veía a la medida adoptada como debilidad y muestras de pusilanimidad.
El 25 de de enero de 1865 la división española aparece frente al callao y el segundo jefe de la escuadra el general José Antonio Pareja ofrece un plazo irrevocable de 48 horas para que el gobierno peruano firme el tratado respectivo. Precisamente, siguiendo la diplomacia Pezet envió al general Manuel Ignacio de Vivanco como plenipotenciario para entrevistarse con el general Pareja en Chincha, para así llegar a un acuerdo y evitar la guerra. El gobierno se vio presionado y el 27 de enero de 1865 se firma el oprobioso trato Vivanco – Pareja ante la desaprobación universal de la nación. No obstante es menester indicar que el congreso nunca refrendó dicho documento y precisamente la firma de dicho documento sería la caída de Pezet y sus partidarios. Entre los diversos puntos que figuraban en el tratado estaba que, el Perú debía indemnizar a España con 3 000 000 de pesos, por los gastos ocasionados por el mantenimiento de la escuadra al no ser recibido Mazarredo. El pago de la deuda de la guerra de emancipación ascendente a 12 000 000 pesos, además que gobierno peruano debía enviar un plenipotenciario para tratar dicho asunto (nuestra patria había pagado 2 500 000 pesos, pero los tenedores de la deuda quería desconocer los pagos), recibir al comisario especial extraordinario de España. Las islas estarían bajo el poder de España hasta entonces. Saludo mutuo de las dos banderas. Sin duda los invasores nos estaban humillando, pues imponían sus nocivas condiciones en desmedro y afrenta a nuestro país.
En febrero de 1865 el ex presidente de la República, el gran Mariscal Ramón Castilla, que a la sazón fungía de presidente de la cámara de senadores había sentenciado “No había que perder la honra luego de perder el guano”. En otra oportunidad amenazó al ejecutivo a tomar las medidas que la situación imponía. Lamentablemente fue deportado por el gobierno a Gibraltar, evitando así una inminente rebelión. Por otra parte el 05 de febrero se produce una pequeña escaramuza entre los marinos de la flota hispana, que habían anclado en nuestras costas con la enardecida población, resultado muerto el cabo de la Resolución “Esteban Fradera”. Dicho acontecimiento puso en tensión el panorama político y social del país. El 28 de febrero de 1865 el Perfecto de Arequipa, coronel Mariano Ignacio Prado se levanta en armas apoyado por las guarniciones del departamento, enarbola la bandera de nulidad del tratado Vivanco – Pareja y la declaratoria de la guerra. Dicho movimiento se denominó “Restauración de la Honra Nacional”. El 01 de marzo de 1865 Moquegua se une al movimiento, el 04 lo hace Tacna, el 09 Cusco y Puno. El 12 de abril se adhieren los revolucionarios del norte encabezados por el coronel José Balta. Asimismo la escuadra peruana bajo el mando de Lizardo montero y Miguel Grau. Por otra en Chincha recibió el apoyo de la hermana república de Chile con su delegado Benjamín Vicuña Markera, como también de los liberales, entre ellos José Gálvez Egúsquiza. Las topas revolucionarias hacen su ingreso a la capital por la Portada de Guadalupe, usurpan el palacio de gobierno y hacen huir a Pezet y a sus partidarios. Entonces Diez Canseco, por derecho, vuelve a tomar el cargo de presidente por apenas tres semanas. Él también fue ganado por la causa revolucionaria.
El 28 de noviembre de 1865 el líder de la revolución Mariano Ignacio Prado es nombrado dictador con el apoyo popular. Ya en el poder Prado forma su gabinete denominado de “Talentos”. Estuvo integrado por ilustres patriotas, entre ellos Don José Gálvez, como ministro de guerra; Don Toribio Pacheco, como ministro de Relaciones Exteriores; la de Hacienda a cargo de Manuel Pardo y Lavalle; la de justicia e instrucción a cargo del Sr José María Quimper. Fue considerado como el gabinete más ilustrado del siglo XIX que tuvo el Perú ¿Qué se sabe de José Gálvez? El héroe de Combate de 2 de mayo nació en Cajamarca el 28 de Abril de 1822. Hermano de Pedro Gálvez. Se distinguió por su carácter de acero y voluntad tesonera, retemplado en la lucha contra la pobreza; buscó y defendió la libertad y la justicia. Fue profesor de colegio de Guadalupe, abanderado del liberalismo, jefe de la defensa del Callao, inmolándose en la torre la Merced, ostentado el rango de coronel de milicia.
El 05 de diciembre de 1865 el Perú firmó un tratado de alianza con Chile, el 30 de Enero de 1866 lo hace con Ecuador; el 22 de marzo del mismo año con Bolivia. Así los españoles no tenían donde aprovisionarse desde Chile a Guayaquil. Se había formado entonces, la cuádruple alianza. El 14 de enero de 1866 el gobierno peruano declara la guerra a los peninsulares. El dictador, Mariano Ignacio Prado anula el oprobioso tratado Vivanco – Pareja y exige el inmediato retiro de las tropas invasoras de las islas chincha y por, consiguiente, el pronto abandono de la escuadra hispana de las aguas del pacífico. Poco después el 07 de Febrero de 1866 se lleva a cabo el combate de Abtao entre la escuadra aliada (3 barcos peruanos y 01 chileno) y la enemiga. La primera rechaza a la segunda. El menester señalar que la división aliada estuvo al mando del peruano, capitán de Navío Manuel Villar , también que la flota española combatía bajo la dirección del almirante Casto Méndez Núñez, quien había suplido al general Pareja, luego que éste se suicidará ante la pérdida de la goleta Covadonga a manos de los chilenos. Convirtiéndose así, Méndez Núñez en el tercero y último jefe de la flota real.
El 31 de marzo de 1866 la armada hispana bombardea cobardemente el puerto chileno de Valparaíso, en represalia por la vergonzosa derrota sufrida en el Estuario de la Isla de Abtao, como también la captura de la Covadonga por la nave chilena Esmeralda. El 25 de abril de 1866 Méndez Núñez ancla sus naves frente a la isla San Lorenzo. Amenaza bombardear el callao el uno de mayo, luego lo cambiaría por el 2 (por ser día de gloria para España en su lucha contra Napoleón) El 27 de abril del año en curso el dictador Mariano Ignacio Prado recibe un ultimátum con un plazo de 04 días para evacuar a los extranjeros.
La defensa del puerto del Callao estuvo a cargo del ministro de Guerra José Gálvez, quien contó con el apoyo de los ingenieros Ernesto Malinoski, José Cornelio Borda, y Felipe Santiago Arancibia. Para la instalación de las baterías y cañones nadie se acordó de cobrar y de pagar. En la víspera fueron colocados dos cañones con un cartel, solicitando 3000 voluntarios, se presentaban 10000. Se notaba un profundo sentimiento patriótico, tanto así que los estudiantes carolinos y guadalupanos tuvieron sus puestos. Los presos políticos pidieron formar un batallón y luego volver a prisión. Los artesanos formaron otro batallón. Los partidarios de Pezet, no obstante de ser borrados del escalafón pidieron sus puestos. Los médicos, enfermeros y bomberos ocuparon sus respectivos puestos, todos querían defender el honor y soberanía de la patria. Es necesario indicar que, entre los defensores del Callao estaban chilenos, ecuatorianos, bolivianos, e incluso franceses e italianos y de otras nacionalidades. El Callao quedó armado de la siguiente manera: en el sur se hallaba la torre de Merced, el fuerte Santa Rosa, la batería de Maipú, Chacabuco, Abtao y Chalaca. Por el norte el torreón de Junín, el fuerte Ayacucho y las baterías Independencia y Pichincha, la primera bajo el comando del joven oficial Andrés Avelino Cáceres. Por otro lado el capitán de navío Lizardo Montero estaba a cargo de la pequeña escuadra peruana que participaron en el combate como artillería flotante. Se contó en total 50 cañones, 09 de los cuáles eran de regular calibre.
En la madrugada del 02 de mayo de 1866 el puerto fue desocupado por los no combatientes. A las 11:00 am la escuadra española avanza en forma de “V” tomando posiciones tácticas. En el flanco derecho se hallan las naves Villa de Madrid, Berenguela y Blanca; en el izquierdo el acorazado Numancia, la Almansa y la Resolución; en el vértice avanzaba la goleta Vencedora, haciendo en total una potencia de fuego de 300 cañones de largo alcance y grueso calibre. A eso de las 12:15 del medio día el blindado Numancia se acerca a 1 km de la costa y lanza el primer cañonazo contra el fuerte Real Felipe. Al segundo disparo se ordena abrir fuego a discreción desde la torre La Merced, lugar donde se había instalado el Coronel José Gálvez. A los 20 minutos de iniciado el combate Villa de Madrid fue averiada, a las 14:00 horas fue puesto fuera de combate a las 15.00 se retira la Berenguela gravemente averiada, la solución con daño en el casco y la Almansa incendiándose. A las 16.00 sólo seguía disparando la Numancia y la Vencedora. Por el bando peruano a los 55 minutos de iniciado el enfrentamiento una granada lanzado por la blindada Numancia hace explotar la torre “La Merced” matando a 27 personas entre ellas al secretario de guerra José Gálvez. A las 17.00 horas la nave capitana de la armada escuadra cesó el fuego y ordenó la retirada. El callao siguió disparando hasta que el último barco enemigo estuviera fuera de alcance. Los peninsulares se dieron por derrotados. El encuentro resultó “Victoria Peruana”
La armada española estuvo hasta el 10 de marzo anclada frente a la isla San Lorenzo, donde repararon sus averías y enterraron a sus muertos. Ese mismo día partieron a España. El Perú nunca pagó la deuda de la independencia, tampoco indemnizó a la escuadra española, ni mucho menos firmó el cuestionado tratado. La victoria del 2 de mayo sirvió para consolidar la independencia de nuestra patria y de América.
¡Viva el coronel José Gálvez! ¡Viva el combate de 2 de Mayo! ¡Viva a los héroes anónimos de la victoria del 2 de Mayo! ¡Viva el Perú!
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
REFERENCIAS
1) Macera , Pablo. HISTORIA DEL PERÚ “3”Editorial Bruño, Lima- Perú
2) Pons Muzo, Gustavo COMPENDIO DE LA HISTORIA DEL PERU
3) Cayo Córdova, Perci HISTORIA DEL PERÚ, República.
4) Chirinos Soto, Enrique HISTORIA DE LA REPUBLICA. Lima- 1982
Ø Alumno del V ciclo de la especialidad de Ciencias Históricas, Sociales y geográficas. Integrante del Círculo Histórico “Javier Pulgar Vidal” de la UNHEVAL.